Foro Internacional por la Paz: La Utopía de la Paz en Tiempos de Guerra: Un Llamado desde Bruselas

23/06/2025

“En tiempos donde el caos parece ser la norma, eventos como el Foro Internacional por la Paz, nos recuerdan que la esperanza puede ser un motor poderoso para el cambio. Si bien el desafío es titánico, la posibilidad de transformar el dolor en un futuro mejor es una necesidad imperante”.

Hugo René Orejuela. Periodista de la Radio Air Libre de Bruxelles y del Consejo Editorial de KontraPortada.

Cuando se habla de esperanza en un mundo convulsionado por el estruendo de las sirenas de guerra, surge una luz tenue en la penumbra: la posibilidad de la paz. Pero ¿qué significa realmente tener esperanza en un contexto donde los genocidas expanden sus tentáculos de destrucción? Imaginemos un escenario inquietante, donde un país con armamento nuclear señala a su vecino, acusándolo de amenazar la seguridad regional y mundial, simplemente por tener un programa nuclear pacífico y supervisado por la OIEA. En este panorama sombrío, el refrán popular se convierte en un mantra para EE.UU. hacia la confrontación: el enemigo de mi amigo es mi enemigo; por ende, el bombardeo es justificado.

La situación se agrava aún más cuando el derecho internacional, el derecho humanitario y los derechos humanos parecen ser meras palabras vacías, relegadas a un rincón olvidado del discurso político. La traición al diálogo diplomático se siente como palabras que se lleva el viento, mientras los criminales, en un giro irónico, obtienen más credibilidad que aquellos que han sido víctimas de su violencia. Así, la humanidad se encuentra al borde de un conflicto bélico global, viviendo en un ambiente caótico, cargado de un pánico casi fantasmal por lo que pueda decidir la maquinaria bélica de la Unión Europea y Estados Unidos, miembros de la OTAN en su cumbre anual este 24 y 25 de junio en la Haya, Holanda.

Sin embargo, en medio de este sombrío panorama, surge un faro de esperanza: el Foro Internacional por la Paz, convocado por organizaciones sociales y políticas de ámbito internacional, que se lleva a cabo en Bruselas este 23 y 24 de junio. Este evento representa más que una simple reunión; es un llamado a la acción por un mundo donde la paz no sea solo una utopía inalcanzable, sino un camino tangible a seguir.

Con la intervención de lideres sociales de diferentes países, europarlamentarios, diplomáticos, videos con mensajes de la presidenta de México Claudia Sheinbaum, del presidente de Brasil Luis Ignacio Lula Da Silva y el sorpresivo mensaje texto del presidente de Cuba Miguel Diaz Canel, dio inicio en el centro de Bruselas, Capital Política de la Unión Europea, este evento de gran relevancia.

 El presidente Miguel Diaz Canel, en su mensaje leído por el encargado de negocios de la Embajada de Cuba en Bélgica, Jorge Cano Pérez, evoca “el saludo del Partido Comunista de Cuba, del Gobierno y del pueblo cubano, a este Foro Internacional por la Paz, el cual, afirma, adquiere una especial relevancia debido a la complejidad que entraña hoy esta lucha y a la urgencia impuesta por la guerra, la destrucción, la muerte y el desplazamiento de miles de personas inocentes”.

Diaz Canel, “hace un llamado a articular esfuerzos frente a la guerra, los conflictos armados, la militarización, los bloqueos, el cambio climático y promover, desde la responsabilidad, el desarme, el multilateralismo efectivo, el desarrollo sostenible, el diálogo, la cooperación y la solidaridad internacionalista”.

Afirma Diaz Canel, en este mensaje, que “la paz va mucho más allá de la no existencia de actividades bélicas o militares. La paz debe ser concebida como la eliminación de  desequilibrios provocados por el robo de recursos, por la imposición de voluntades, por las prácticas colonialistas y por todo aquello que vulnera la dignidad humana”.

El Foro se presenta como una plataforma donde voces diversas se unirán para romper el silencio ensordecedor de la guerra, donde se debatirán en plenarias ejes temáticos, enfoques innovadores y soluciones constructivas frente a los conflictos que sacuden a nuestro planeta. Este será el espacio en el que se fomenta el diálogo, la cooperación y, sobre todo, la empatía, características esenciales para construir puentes en lugar de muros.

La paz, en este sentido, no es solo la ausencia de guerra; es un estado activo de armonía social, económica y cultural. En tiempos donde el caos parece ser la norma, eventos como el Foro Internacional por la Paz nos recuerdan que la esperanza puede ser un motor poderoso para el cambio. Si bien el desafío es titánico, la posibilidad de transformar el dolor en un futuro mejor es una necesidad imperante.

Así que, en un mundo donde las sombras de la guerra acechan, sigamos el camino de la esperanza. Apostemos por un futuro donde el diálogo triunfe sobre la agresión, y donde las voces de quienes claman por la paz resuenen más alto que el estruendo del conflicto. El Foro Internacional por la Paz es un primer paso en esa dirección; todos debemos ser parte de este movimiento. Porque al final, la paz no es solo una utopía; puede ser nuestra realidad, si decidimos caminar juntos hacia ella.